El problema no son sólo las secuelas, son las, a menudo, innecesarias nuevas versiones de buenas, grandes o simplemente correctas películas antiguas (y no tanto)
Ahí van algunos ejemplos de cómo, con unos carteles muchísimo más espectaculares que los primeros, ofrecen un producto de bastante menor calidad.
Con cuál te quedas, ¿con lo nuevo o lo no tan nuevo?









